Ver la unidad de la diversidad


"La espiritualidad ve unidad allí donde los ojos del Alma se posan con Amor..." Cuando esto sucede, las flores pasan de ser bellas a ser un vinculo sagrado, pasamos a ser uno con ellas... Bendiciones!

Duelo vs Conocimiento Interior

Toda crisis en la vida nos lleva al final a una toma de consciencia más elevada que la que nos produjo esa gran desarmonía interior, para desde esa nueva perspectiva poder transformar lo negativo de entonces, en algo que nos ha acercado al centro del ser y hacia una visión más espiritual de la vida en sus múltiples estados de consciencia.

Me ha parecido muy interesante comparar las etapas del inicio del autodescubrimiento interior, con los cambios que muchos de nosotros experimentamos durante las distintas fases de nuestros duelos, sin ser el orden de los siguientes puntos, el mismo que las fases de cualquier duelo.

Espero que os ayude a reflexionar tanto como a mí y nos ayude en esta nueva etapa de transformación interior.

“Las señales que indican que ha iniciado la exploración interna: 

Una creciente incomodidad en su medio familiar, que se manifiesta como una insatisfacción con su trabajo o con las personas próximas a usted. 

La incapacidad de identificar el motivo por el que se siente deprimido o agotado. 

Una profunda sensación de soledad, a menudo acompañada por el temor de que su aislamiento no concluirá nunca. 

La certeza de que algo ha cambiado en su vida, y de que, aunque no sepa lo que el futuro le reserva, no puede volver atrás y vivir como hasta ahora. 

Una creciente curiosidad por averiguar cuáles son sus necesidades personales y un intenso deseo de que alguien que comprenda lo que usted experimenta se lo ratifique. La profunda soledad que puede acompañar a cualquier despertar requiere cierto grado de validación, sobre todo si no está usted rodeado por personas que comprenden lo que usted experimenta. (En tal caso, buscar la compañía de un grupo de apoyo o asistir a talleres sobre esos temas puede ser muy útil.) 

La aparición de unas dotes que usted ignoraba que poseía, como la capacidad de sanar o aconsejar a otros, y un cambio en su percepción de la realidad. Esto comporta a menudo una mayor sensibilidad hacia la energía o vibraciones que transmiten las personas y situaciones. Pasa de relacionarse con el mundo externo a través de sus cinco sentidos a tomar conciencia de sus dotes multisensoriales e intuitivas. Aunque la intuición de supervivencia, o el instinto visceral, está siempre activo, esta nueva sensibilidad refleja la emergencia de una capacidad intuitiva mucho más profunda y puede convertirse en el tipo de sensibilidad que se necesita para sanar mediante, por ejemplo, el Toque Terapéutico o la acupuntura, o simplemente le ayudará a convertirse en un individuo mucho más perceptivo.

Un cambio en su relación con el tiempo. Para el poder tribal, el tiempo es una fuerza externa y lineal que nos hace avanzar a través de las etapas de la vida, desde la juventud hasta la vejez. Lo que usted consiga y la rapidez con que lo consiga está calibrado por la velocidad tribal. Si la tribu cree que después de un año de tratamiento y cinco años de buena salud se puede considerar a alguien curado de un cáncer, ése es el tiempo que un creyente en la tribu pensará que tardará en curarse. Para el poder individual, el tiempo se va haciendo cada vez más relativo, a medida que usted descubre el poder de su mente consciente. Ya no precisa estar controlado por el tiempo del grupo, sino que tiene la opción de comprobar cómo el poder personal y la sanación de suyo interno influyen en la velocidad a que sana su cuerpo. Este sentido del tiempo se aplica también a la rapidez con que usted puede crear algo nuevo para usted mismo. En lugar de pensar «soy demasiado viejo para empezar otra vez», convénzase de que la edad no tiene nada que ver con la creatividad, el amor o el goce de la vida. Un aumento en la sensibilidad hacia ciertos alimentos, tejidos, toxinas ambientales y medicamentos como la aspirina y remedios contra el resfriado. Es posible que desarrolle alergias a sustancias que antes no afectaban a su organismo, como el trigo, los productos lácteos o la cafeína. 

Una creciente curiosidad sobre temas relacionados con la evolución propia, bien por elección o por necesidad. 

La sensación de una nueva identidad, que puede incluir nuevas aspiraciones o el deseo de cambiar de estilo de vida. Quizá decida renunciar a la vida urbana e irse al campo, o negociar una reducción de salario a cambio de más tiempo libre y dedicarse a nuevas aficiones. 

Unas sensaciones de liberación que jamás había experimentado, como si hubiera roto unas cadenas invisibles que le sujetaban a unas formas de conducta repetitivas que ya no satisfacían a su espíritu.
La necesidad de estar más en contacto con la naturaleza o de disponer de más tiempo para estar solo.
Una creciente insatisfacción con la religión institucional y una búsqueda dé la espiritualidad. Quizás empiece a vivir experiencias espirituales, tales como estados de meditación profunda, el anhelo de emprender un nuevo camino en la vida o un despertar a místico. “Un infinito aburrimiento y pérdida del gusto por todo aquello que antes le procuraba satisfacción y alegría. 

El desarrollo de una enfermedad que no se cura con tratamientos médicos alopáticos.

Todos los que emprendan el camino hacia el poder individual experimentarán al menos una de esas señales o estadios y algunos pueden experimentar varios o todos ellos. Cada uno representa un desafío: bien sea en forma de una nueva irritación o incomodidad que necesitamos aliviar, o en forma de una nueva orientación, o una facultad o poder que deseamos utilizar. Nuestro viaje personal se caracteriza por la necesidad de afrontar y resolver esos desafíos, y es, a menudo, descrito como «la experiencia del desierto» o de la «noche oscura del alma». El comienzo de esta noche oscura del alma puede parecemos terrible, y disuadirnos de nuestro empeño, pero para desarrollar nuestro poder individual debemos soportar necesariamente cierto dolor y sufrimiento. Al mismo tiempo, nos ofrece la oportunidad de alcanzar un elevado grado de dominio y satisfacción. Al igual que cuando nos mudamos de casa, cambiamos de trabajo o entablamos una nueva relación, las dificultades a las que debemos hacer frente al iniciar nuestro viaje encierran la posibilidad de gozar de una mayor satisfacción y dicha.”

Extracto de: “LA MEDICINA DE LA ENERGIA” de Caroline Myss

Disfruta la vida



La palabra disfrutar viene etimológicamente de las raíces dis- (separación) y fructus (fruto), es decir separo o saco el fruto para compartir y hacer uso de él.

Los frutos egoístas, son efímeros y se consumen rápidamente.

Los frutos del Amor, son eternos y llenan de gozo al Alma.

Para disfrutar con algo o alguien plenamente, tenemos que ser conscientes que hay primero que haber cosechado, trabajado, es decir:

Si disfruto plenamente del Amor, es porque primero he trabajado conscientemente el Amor en mí.

Si disfruto plenamente de la vida, es porque vivo conforme a mi conciencia, haciendo en cada momento lo correcto, según mi propia evolución personal.

Si disfruto de Paz, es porque he trabajado ecuanimidad en mi vida y la he encontrado en el silencio interior, entre las pausa divinas.

Si disfruto de una conversación, es porque he aprendido a escuchar primero en mi interior y veo en sus ojos un reflejo de mi Alma.

Así hay mil ejemplos de que para recoger frutos hay que sembrar y sembrar primero en uno mismo.

Cuando nos convertimos en sembradores de Amor, el disfrutar se convierte en una bendición que alimenta, cobija y llena de paz todo lo que se impregna de tan alta vibración…. Todo esto es independiente de las pruebas de la vida, pero si es cierto, que el disfrutar del momento presente da alas para recuperar la tan ansiada estabilidad interior.

La alegría más contagiosa esta siempre ligada a compartirla con otros seres humanos, es esta bendita interacción la que nos ayuda a tomar consciencia del Alma que nos une y que se así, DISFRUTA de la Armonía y la Luz que refleja cada mirada, gesto y vibración.

Recibid un alegre abrazo en vuestro interior.

Guillermo.

El Duelo, en busca de una Paz Condicionada.


Antes de sufrir el fallecimiento de un ser amado, la vida suele mostrar buenos momentos, llenos de lo que llamamos paz, juntos con otros momentos que nos causan sentimientos no tan gratificantes.

La Paz Interior real, es un estado de consciencia elevado, donde no están implicados apegos o miedos a perder dichos apegos.

La Paz que nosotros nos construimos mentalmente, está condicionada por la familia, la sociedad, las experiencias y un sinfín de eventos que nuestra mente guarda en su memoria y que cuanto más vividos son esos momentos, más se encadenan a las emociones producidas y generan un temor inconsciente y a veces consciente a perder algún día esta felicidad.

Por eso existen tantas interpretaciones a eventos que desde fuera parecen que son idénticos.

Normalmente la vida, a base de aciertos y errores, nos va señalando que lo que construimos sin egoísmo desde el corazón, nos reconforta, nos llena de Paz y que lo que construimos desde lo mental, está sujeto a esa interpretación condicionada y suele alterarnos antes o después con cada perdida, tal como el dejar la infancia, el colegio, la casa familiar, el trabajo, etc.

Por ejemplo, si para mi estar en Paz es relajarme en la playa, tomando el sol, y de repente aparece una nube y tapa el sol, esto me causa un enfado tremendo y pierdo ese estado de Paz. Si la Paz fuera fruto del corazón maduro, la nube no sería causa de perder la Paz y se seguiría disfrutando de esa hermosa playa.

Aplicado al Duelo, todo esto nos demuestra varias cosas que ya sabemos:

· Qué el duelo es personal y no se puede juzgar la manera de llevarlo.

· Qué el duelo crea un gran shock que colapsa los pensamientos, las emociones y nos sume en un estado de deriva mental.

· Qué el Duelo es cíclico y a más Amor más, extremos emocionales experimentaremos.

· Qué el duelo es causa de perder esa Paz que teníamos y nos sume en el sufrimiento y la desesperación.

El nivel de Paz que habita en cada corazón, suele pasar desapercibido, hasta que alguna experiencia dolorosa, nos hace buscar algo que alivie tanto dolor.

La Paz que creíamos tener, la Paz creada por la mente condicionada, se ha desplomado como si fuera un castillo de arena que las olas del mar terminan engullendo, y nos quedamos en un vacío existencial que da miedo, vértigo, inseguridad y amplifica el dolor que se está sufriendo.

La cultura actual incita y educa a poseer todo y a todos. El Amor que debería ser expansivo y universal, se vuelve posesivo y particular, siendo la alternancia de estos dos estados lo más normal a nivel global y mezclamos los más altos sentimientos por un ser querido con sentimientos de posesión y pertenencia, olvidándonos que todos somos seres libres que llegamos a un mundo que nos enseñará que esta libertad que da la Paz, nace del aprendizaje interior y que para ser real, debe “contagiar” a los demás, debe “ser útil” a los demás, debe “servir” a los demás.

Hemos oído decir, que el Amor es la llave que ayuda a abrir el candado que atrapa nuestra Paz Interior durante los procesos de duelo. El Amor no pide nada a cambio, se da y transmite de corazón a corazón y une un Alma con otra Alma y este vínculo es para siempre, es atemporal y multidimensional.

Cuando nuestro ser querido transciende a un plano de consciencia más elevado, espiritualmente es un viaje de retorno a la Unidad, a Dios, pero su individualidad como Alma, sigue ligada a la nuestra y muchos somos los que podemos afirmar esas intuiciones, sueños, olores, recuerdos, sonidos que por un instante nos hablan de la verdadera Paz de la reconciliación… La Paz que nos ayuda a querer terminar nuestro trabajo interior de duelo, que nos ayuda cuando cíclicamente caemos, la que nos da fortaleza cuando la angustia nos deja sin palabras, la que nos consuela con cada lágrima derramada…

El caminar conscientemente el Duelo, nos hace ser más realistas, más sensibles al dolor ajeno, nos ayuda a ver las cosas con sencillez y a elegir el camino que queremos recorrer realmente, a dejar amistades vaporosas y abrazar amistades condensadas y forjadas en el crisol de la experiencia, pero una de las cosas que más nos enseña es que la verdadera Paz, nace de la búsqueda interna, de la comunión consciente con nuestro ser profundo y del Amor impersonal hacia todo ser que existe en el vasto Universo visible e invisible, pues todos somos diferentes grados de UNA misma consciencia en movimiento, DIOS.

La reflexión que he querido hacer, es la dificultad añadida al duelo por nuestros condicionamientos, tan implantados a nivel subconsciente que nos impiden ver la verdad que hay tras cada verdad relativa. Cuantas cosas haríamos para sanar y no hacemos, por ir en contra de lo estipulado por la sociedad, por la familia, por la religión, etc…

Tenemos en nuestra mano la responsabilidad de la duda y de la fe, pero sólo la podemos encontrar en la autenticidad que habita en cada corazón, junto con la llama de Luz que disipa las sombras, si elevamos nuestra consciencia y somos capaces entonces de pensar con la verdadera libertad, libre de apegos y miedos.

No es una tarea fácil, es muy duro enfrentarnos a dos muertes, la del ser querido y la de nuestros viejos pensamientos que ya no nos sirven para seguir avanzando en Paz… pero ambas sanan con el Amor Consciente y esa debe ser nuestra meta, ir cada día transformando nuestro dolor en Amor y Amor en acción, que es el que da la paz suficiente, para subir un escalón más hacia paz Profunda de Cuerpo, Mente y Alma.

Por todo ello, hoy más que nunca, pido a Dios que nos muestre en cada fase de nuestra vida y duelo, la fortaleza para nadar a lo profundo del ser y regresar a la superficie con la Paz que todos podamos comprender y disfrutar mientras estemos en este plano de consciencia.

Recibid un fuerte a brazo y mil Bendiciones de todo corazón!

Guillermo J. Recourt

Disfruta la Vida



La palabra disfrutar viene etimológicamente de las raíces dis- (separación) y fructus (fruto), es decir separo o saco el fruto para compartir y hacer uso de él.

Los frutos egoístas, son efímeros y se consumen rápidamente.

Los frutos del Amor, son eternos y llenan de gozo al Alma.

Para disfrutar con algo o alguien plenamente, tenemos que ser conscientes que hay primero que haber cosechado, trabajado, es decir:

Si disfruto plenamente del Amor, es porque primero he trabajado conscientemente el Amor en mí.

Si disfruto plenamente de la vida, es porque vivo conforme a mi conciencia, haciendo en cada momento lo correcto, según mi propia evolución personal.

Si disfruto de Paz, es porque he trabajado ecuanimidad en mi vida y la he encontrado en el silencio interior, entre las pausa divinas.

Si disfruto de una conversación, es porque he aprendido a escuchar primero en mi interior y veo en sus ojos un reflejo de mi Alma.

Así hay mil ejemplos de que para recoger frutos hay que sembrar y sembrar primero en uno mismo.

Cuando nos convertimos en sembradores de Amor, el disfrutar se convierte en una bendición que alimenta, cobija y llena de paz todo lo que se impregna de tan alta vibración…. Todo esto es independiente de las pruebas de la vida, pero si es cierto, que el disfrutar del momento presente da alas para recuperar la tan ansiada estabilidad interior.

La alegría más contagiosa esta siempre ligada a compartirla con otros seres humanos, es esta bendita interacción la que nos ayuda a tomar consciencia del Alma que nos une, y que así DISFRUTA de la Armonía y la Luz que refleja cada mirada, gesto y vibración.

Recibid un alegra abrazo en vuestro interior.

Guillermo.

Trazos que evocan al Silencio y claman a la Luz


Cierro los ojos y en cada linea, en cada curva en cada punto veo el orden que vemos y que nos impele a llevarlo a nuestros asuntos, a nuestros pensamientos, a nuestras pausas y así en última instancia, sus formas activan al oído sutil de la consciencia y escucho resonar... Haz antes lo útil que lo agradable y serás un trazo que dice mucho al Universo... Recibid un enorme y ordenado brazo a través de estos trazos que evocan al silencio y claman a la Luz... Bendiciones!

Recordar desde un presente renovado

Recordar, viene etimológicamente de re-cordis, es decir, volver a pasar por el corazón... Volver a emocionarnos, a poner en movimiento la fuerza de ese momento y así darnos cuenta que los momentos más felices, son los que perduran más allá del tiempo y del espacio y son también los más llorados al traerlos al presente.

Cuando la emotividad es cambiada y trasformada por la espiritualidad interior, en contacto intimo, las altas vibraciones nos elevan por afinidad y se produce el milagro de la tan ansiada Paz física, emocional y mental.

Deseo de corazón que veamos más allá de los recuerdos y vivamos el momento presente de comunión, como una realidad energética que trasciende nuestro nivel más elemental de la consciencia, para pasar a un nivel donde ya no existe la separación...

Este excelente tema me llena de lagrimas de felicidad y me vacía de lagrimas de dolor, esto mismo os deseo de todo corazón... Bendiciones!!


La Consciencia Reconciliadora


La toma de consciencia gradual nos ayuda a reconciliar los opuestos de la vida, nos ayuda a verlos como necesarios para nuestro aprendizaje y sobre todo nos da una visión unificada de lo que en general vemos distorsionado por nuestra egóica personalidad.

Platón decía que el Arte hace visible lo invisible y añadiría que lo mismo sucede con el arte de vivir cada vez más conscientes de que tenemos un Alma que expresar.
Bendiciones!

Salgamos del caparazón

Cuando después de la lluvia, sale el sol, el caracol sale de su caparazón y explora el mundo, eleva sus antenas y se alimenta... Así pasa con el ser humano, cuando el sol interior derrama su calor, su Amor, sobre nuestra consciencia, salimos de nuestra coraza con fuerzas renovadas, y caminamos por la vida con nuevos ojos, recorriendo sus prados en busca de alimento, físico, emocional, mental y espiritual...

Recordar que al igual que comemos cosas sanas para vitalizar nuestro organismo, así debemos alimentar nuestro ser con buenas lecturas, compañías, pensamientos y meditaciones, para mantenernos lo más armonizados con las leyes naturales y espirituales que anidan en lo profundo del ser...

En los momentos difíciles es muy humano no salir del caparazón, paralizamos y no querer mirar hacia delante, pero también es una oportunidad para avanzar en el dominio personal y por ende en el dominio de nuestras vidas.

Aprovechemos la próxima tormenta interior, para reconfortarnos con nuestro sol interior y salir del caparazón para caminar un nuevo trecho hacia el autodescubrimiento interior...Bendiciones!!

Duelo, un desierto emocional.

Tras la muerte de un familiar, nuestro mundo emocional se parece mucho a un desierto. Lo que antes era un bello vergel lleno de bellos sentimientos, ahora es un mundo nuevo, hostil y aterrador.

¿Cómo sobrellevar esto de la mejor manera posible?

Lo primero es asimilar la situación después del tremendo shock, pues el intenso calor y la falta de árboles que nos den sombra, nos aturden y nos dejan sin energías, tal como lo hacen los agobios y emociones encontradas de las primeras etapas del duelo.

Cuando llega la noche, el cambio brusco de temperatura, nos ayuda a recobrar la consciencia pero ahora el frío es intenso, paralizador y la soledad junto con el desespero se ciñen a nuestro ser… Hemos entrado en un nuevo mundo de extremos emocionales, de desorientación al no tener nuestras referencias anteriores y estamos paralizados al no saber hacia dónde dirigir nuestras escasas fuerzas…

En las primeras etapas nos parece que estamos solos en este desierto emocional y vemos espejismos por doquier, al igual que nos pasa cuando no queremos ver y asimilar la transición de nuestro ser amado.

Lo primero que debemos hacer es protegernos del terrible sol abrasador, sobre todo la cabeza y caminar al alba o al ocaso del día… Así debemos protegernos de los terribles y abrasadores pensamientos negativos que merman nuestras fuerzas, dándonos respiros para airearnos y pasear fuera de esas horas infernales, para recuperar nuestro equilibrio interior…

Lo segundo que empezamos a notar es que necesitamos agua desesperadamente, para calmar la sed que produce este nuevo estado desértico, al igual que el duelo produce la imperiosa necesidad de saber cómo y dónde está ahora nuestro ángel del Azul y cuanto más andamos, más se nos seca la garganta y menos energías tenemos para seguir.

En este estado la mente seca el cuerpo y sólo el alma puede darnos el agua que calmará para siempre nuestra sed de conocimiento, pero aun nos falta mucho camino que recorrer hasta llegar a este punto…

La desesperación y el miedo nos llenan de ira y gritamos duna tras duna lo injusto de esta nueva y terrible situación, nos caemos rodando por ese terreno extenuante y así pasamos varios días más, hasta que poco a poco vamos tomando consciencia de que así no podremos sobrevivir y tras sacar esa frustración, nos sentamos y nos montamos en la nube de la negociación interior… Sé que debo seguir caminando, pero me daré un poco más de tiempo, pero el tiempo es vital para no terminar deshidratados y el instinto de supervivencia empieza a florecer en nuestro interior, sacando fuerzas de flaqueza, empezamos a caminar para calmar nuestra inmensa sed…

Tras unos matorrales encontramos un pequeño charco, en el que sumergimos la cabeza y todo el cuerpo, ha llegado la primera señal de que podemos sobrevivir, si respetamos las horas de vigilia y descanso, y nos llenamos poco a poco de pensamientos sanadores… pero esa agua, es el Amor que surge de nuestros familiares y amigos, que nos dan los sorbos vivificantes, el apoyo silencioso y las fuerzas suficientes para seguir avanzando en dirección al Oasis que sabemos existe más allá del desértico horizonte.

Continuamos nuestro camino por esas dunas terroríficas, pero con la fe de encontrar agua y vegetación más adelante… pero los días pasan y los charcos que al principio nos parecían gigantes, ahora los vemos insignificantes, y ya no nos calman ni la sed… necesitamos más agua, pura, fresca y refrescante… Así pasa con la ayuda recibida, ya no nos consuela como al principio y poco a poco aparece la tristeza y la losa de la depresión cae sobre nuestras espaldas…

Las lágrimas aparecen sin cesar y en este desierto, cada gota derramada es un poco de vida agotada, la frustración nos paraliza de nuevo y nos refugiamos debajo de unas rocas que hay en todo desierto… La Coraza que nos hacemos para poder soportar el inmenso dolor y la terrible sed…

En esos momentos de descanso, al abrigo del sol abrasador, la suave brisa y el reconfortante refugio, nos hacen pensar con más claridad, de ese silencio del que al principio huíamos, ahora brota cual agua vivificante, respuestas que el corazón entiende y que la mente desconoce, insuflándonos de la vitalidad y confianza necesaria para seguir avanzando… Es el primer paso certero hacia la sanación, siendo conscientes de que aún queda mucho camino y periodos de sed, pero sabemos ya que donde hay vegetación hay agua… algo hemos aprendido… y ahora sabemos que el oasis está cada vez más cerca…

Estamos llegando al final del desierto emocional, la aceptación de la situación nos lleva a caminar con prudencia, sin prisas pero sin pausas, encontramos agua más a menudo y la vegetación se va haciendo más densa y refrescante…

Ahora, cuando tenemos sed, empezamos a cavar con nuestras manos pequeños pozos en los lugares que ya intuimos que hay agua… este es un gran secreto, la intuición la hemos agudizado y el Amor ha sido la llave que nos conduce a este nuevo terreno, diferente de la selva paradisiaca donde vivíamos, pero gracias a la cual, hemos aprendido a utilizar nuevas herramientas para poder seguir viviendo a pesar de todo y quizás de una manera más profunda…

Estamos cerca del oasis y nos encontramos con gente que también llego a este desierto de manera traumática, pero que al igual que nosotros ha sabido reponerse a las circunstancias y caminar hacia un nuevo estado emocional, la Paz de la aceptación y el Amor sublimado desde el corazón.

¡Y por fin, llegamos a nuestro oasis particular!

Nos damos cuenta que cavando cada vez más en lo profundo del ser… hemos encontrado en nuestra Alma, la fuente de aguas vivas que tanto soñamos y que ya el Maestro Jesús nos señalara con sus parábolas… El vergel lo hemos construido nosotros mismos, con nuestro esfuerzo diario, con nuestros pensamientos positivos, con nuestras debilidades y fortalezas, con nuestras lágrimas y sonrisas, con nuestra desesperación y nuestra fe… Al final hemos encontrado el equilibrio sanador que llega de Amarnos, conocernos y trasmutar el dolor en Armonía interior… Armonía que nos una a los nuestros, más allá del tiempo y del espacio, de desiertos y montañas y que en última instancia nos enseñan que el Amor es la energía que equilibra los extremos más duros de la vida.

Deseo de todo corazón, que todos vosotros encontréis vuestro vergel particular y el pozo más limpio, fresco y puro con el que se pueda soñar…

Recibid un gran abrazo de Paz y mil bendiciones!



Guillermo J. Recourt


El Mensaje de la Emociones...


Toda Emoción lleva un mensaje...
Soy la debilidad de la mente y la fuerza del Alma...
¿Cuál Elegimos vivir?
Toda emoción nos impulsa a vivir la vida plenamente y cuando la fuerza de la emoción veas llegar, se ágil muévete para dejarla pasar y simplemente coge el mensaje que venía a decirte, ya que si tropieza contigo será difícil parar su inercia… y no te dejara ver el mensaje. Bendiciones!!

¡Sigamos nuestras Intuiciones!



Así como un músculo sin ejercitarlo pierde fuerza y volumen, así la agudeza espiritual se disipa con la pereza o desconfianza... El Amor es puro movimiento y la gasolina del Ser... Confía en las ayuda del Alma... Despertemos a esta realidad y lo demás se dará por añadidura... Bendiciones!

"La intuición sin acción...
Adormece el Alma y aleja las Sincronías".

La coherencia del corazón y el duelo



En esta ocasión, voy a contaros una interpretación muy personal de las dos maneras en que la coherencia del corazón y su reciente descubierto sistema neuronal propio, podrían afectar en la percepción y sanación del duelo.

La primera parte tiene que ver en cómo nos afectan y podemos afectar a otros los estados de ánimos por medio de las ondas electromagnéticas que irradia el corazón.

La segunda parte tiene que ver en cómo percibimos psíquicamente a nuestros seres del azul y como difiere la respuesta si entra en funcionamiento el sistema límbico o el reciente sistema neuronal del corazón.

Voy a ser muy esquemático y luego cada cual puede investigar en los cientos de artículos sobre este apasionante tema.

Cuando los seres humanos estamos en un espacio de entre 2 a 4 metros de distancia, nuestro subconsciente capta la información energética contenida en nuestro corazón…

Si una persona está nerviosa, su corazón emite esta desarmonía a su entorno, y los corazones cercanos empiezan por sincronía a oscilar de la misma manera, creando un ambiente de crispación aunque intentemos poner buena cara para disimular nuestro dolor, que al final lleva a un estado de frustración y de enfado, al no estar en armonía el plano físico, emocional y mental…

Por eso en el duelo es necesario para ir sanando, ser sinceros con nosotros mismos, para llorar si así nos apetece y reír si así ocurre, ya que aunque disimulemos, nuestro corazón no engaña al corazón de los otros y hay que ser uno mismo más que nunca, dejando los prejuicios a parte, cosa complicada por las memorias almacenadas durante toda nuestra vida, pero no imposible.

Por eso también al estar más sensibles, notamos quien nos acompaña con el corazón y quien lo hace porque toca hacerlo… Una vez más el corazón “ve” más allá de las apariencias y por eso la sinceridad del que nos acompaña y escucha nuestro dolor, es fundamental para estar en armonía y poder coger la mano del que nos la tiende y poner nuestro corazón en la suya...

Cuando aparece la sublima compasión nacida del Alma, los corazones de las dos personas hablan el mismo idioma y una mirada o un abrazo es suficiente, para que rueden lágrimas sanadoras o silencios llenos de gratitud sin cesar.

Esto se puede extrapolar a muchos otros aspectos del duelo, pero creo que si habéis cogido la idea, podéis utilizarlo conscientemente y de esta manera ver los procesos energéticos “invisibles” que influyen en nosotros y entender así situaciones que antes pasaban casi desapercibidas.

La segunda parte de este artículo, ha surgido como resultado de las experiencias psíquicas que tuve cuando fallecieron algunos de mis seres queridos y cómo las percibí y me ayudaron a sanar.

Cuando estamos en duelo, hay un bloqueo mental lógico al tremendo shock sufrido, esto nos crea stress y nuestro cerebro casi va en automático, siendo el sistema límbico el que toma el mando.

Ya que este contiene todas las memorias emocionales tanto negativas como positivas, pasamos a estar en manos de acciones y reacciones donde el cortex casi no tiene tiempo de reaccionar al ser más lento que el sistema límbico, con lo que no racionalizamos casi nada de manera normal, no sabemos qué nos ha pasado y menos porqué, el caos es absoluto.

En estos casos, fácilmente podemos pasar a tener los llamados estados alterados de consciencia, donde percibimos destellos del mundo del Alma, pero al estar tan colapsados no somos conscientes de lo que son o si algo intuimos, dudamos de que así sea, al no estar acostumbrados a estos fenómenos psíquicos.

Conforme vamos pasando por las etapas de duelo, la mente va sanando, pero las emociones no siguen su ritmo, siguen pasando directamente por el cerebro instintivo. ¿Cómo acelerar esa recuperación y equilibrar emociones y pensamientos? Ahí entra la coherencia del corazón, el nivel de consciencia particular de cada uno y el tiempo necesario para trasforma el sufrimiento en dolor, el dolor en tristeza y la tristeza finalmente en paz.

Cuando nuestros seres queridos nos envían un mensaje psíquico desde otra dimensión, al llegar a nuestros sentidos psíquicos y pasar a la subconsciencia, se mezcla con los pensamientos que nos activan los recuerdos de nuestro ser querido, ya que el cerebro no distingue que es un mensaje psíquico y lo ve cómo recuerdo... Activando las emociones de perdida y sumiéndonos en una profunda caída energética, emocional y mental donde nos asaltan miles de pensamientos, miedos, frustraciones, etc… que voy a contar que no sepamos cada uno por su propia experiencia personal e intransferible.

Pero cuando ese mensaje pasa a través del corazón, de la intuición, cuando estamos serenos y en brazos de nuestra alma, la percepción psíquica, pasa directamente del corazón hacia el cortex por medio del sistema parasimpático, así como a través de otros centros psíquicos y energéticos del cuerpo, percibiendo entonces una sensación de paz junto con una expansión de la consciencia.

En este estado de comunión psíquica, podemos percibir lo que miles de personas en duelo han vivido y muchos no se han atrevido a contar por temor a que nadie les creyera, como por ejemplo oler aromas de flores, el aroma de su perfume favorito o respirar tranquilos sintiendo cerca la presencia del ser amado.

También podemos sentir imágenes o palabras de esperanza que sabemos ciertas y lágrimas de felicidad pueden rodear nuestras mejillas... pero puede que al racionalizarlas entren en conflicto con nuestras creencias y podemos dudar así de su realidad trascendente, este punto ya depende de la sinceridad de cada uno, del tiempo que dedique a su autodescubrimiento interior, del tiempo que entre el silencio para escuchar su alma, en fin de vivir en la fe que proporciona la experiencia interior que ayuda a tomar consciencia de la responsabilidad que tenemos de cambiar o no nuestra manera de procesar la vida en todas sus facetas.

Por eso es importante tratar estos temas cada vez más de manera holística, pues el alma muchas veces, por no decir casi siempre, no se tiene en cuenta a la hora de sanar. Tenemos un cuerpo, una psiquis (emociones y pensamientos) y un alma y parte de la verdadera sanación a mi humilde entender nace de tener en cuenta la UNIDAD que somos y como esa unidad también se extienda a la FRATERNIDAD SANADORA demostrada en los grupos de autoayuda, donde hablan los corazones, donde habla la tolerancia, donde al final se ven almas y no personas, se ven corazones y no pensamientos, donde el Amor más coherente termina sanando el cuerpo, la mente y el alma…

Hoy más que nunca me despido con un abrazo de corazón a corazón… ¡Bendiciones!

Vuestro amigo de sendero, Guillermo J. Recourt

¿Qué es la Paz?


Cuando entramos en periodos de armonía con nuestra Alma,se establece un vínculo místico en el que el pensamiento, la palabra y la acción comulgan con la esencia divina, como consecuencia el Alma nos muestra su gratitud infinita en forma de esos periodos de Paz... que cuanto más conscientes son, más Paz inunda al ser... ¿Cómo explicar en palabras lo que sólo se puede vivir en espíritu? Un fuerte abrazo de Luz y Paz! Bendiciones!

El Dolor de una Madre


Desde Aquí y con todo mi Amor, mando a todas las Madres del Mundo que tienen ahora ángeles en el cielo, un Abrazo con todo la Paz que mi ser es capaz de generar y pido al Maestro Jesús que os muestre el camino que transciende lo físico y une Almas y Corazones más allá del tiempo y el espacio... Bendiciones, mi cariño y Oraciones para todas vosotras!! Vuestro amigo y hermano.
Guillermo.

¿Cómo recomponer las piezas de un duelo?

Cuando sufrimos una pérdida  importante en nuestras vidas, nuestro ser se rompe en pedacitos, tal como lo haría una figurita de porcelana.

Cada uno de nosotros, reaccionamos  a la muerte de diferentes maneras según la educación recibida, las experiencias asimiladas y la espiritualidad “real” que hemos cultivado en la vida; así cuanto más amor perdemos, más o menos trocitos se dispersan a nuestro alrededor según la fortaleza espiritual, emocional y mental de cada uno.

Nuestro mundo se ha roto en pedazos y esto genera un shock, estamos divididos y no entendemos por qué ha pasado, ni sabemos cómo recoger todo este desorden vivencial, ya que el dolor y el sufrimiento no nos dejan reaccionar.

Cuando poco a poco reaccionamos, la impotencia y la rabia contenida, nos alertan que algo hay que hacer con todas estas piezas rotas, son señales de recuperación, aunque en esos momentos no lo vemos así; necesitamos centrarnos y actuar, tenemos que recomponer esta porcelana rota.

Tenemos que cohesionar todo esto, encontrar el pegamento ideal e ir recogiendo los pedacitos. ¿Dónde buscarlo?

 En nuestro interior, es ¡El Amor impersonal!

También hay otros muchos pegamentos, pero a la larga se deshacen y tenemos que volver a empezar de nuevo a pegar los trozos, como son los porqués, el no luchar, la pasividad, el autoengaño, la no aceptación, cosas que en el fondo son mecanismos de resistencia que aumentan el sufrimiento y aprisionan el Alma, pero que siempre aparecen en mayor o menor medida.

Así, a base de experimentar estos estados vitales, seguimos buscando un pegamento mejor, hasta darnos cuenta en infinita plegaria, que lo que buscábamos fuera, estaba dentro de nosotros y sin límite.

La familia, los amigos, los grupos de apoyo, nos ayudan a encontrar estas piezas y nos pueden dar parte de este pegamento mágico que es el Amor, pero sólo nosotros podemos hacer el trabajo de reconstrucción.

Cuando empezamos a reaccionar, somos conscientes de que tenemos que focalizar nuestra consciencia en un objetivo, recomponer la figura lo mejor posible, convertirnos en nuestros propios artesanos, en nuestros propios restauradores y con las piezas reagrupadas y visión creadora, comenzamos a unir los trozos con autodisciplina, que generará autoestima con cada trozo incorporado de nuevo al ser.

Todas estas piezas, al igual que haríamos con una figura rota, tenemos que ponerlas sobre una mesa de trabajo, nuestra consciencia interior.

En esta mesa, ponemos primero la base de la figura, que en nuestro caso es darnos cuenta de que tenemos que seguir viviendo, no resignados sino aceptando y transformando el sufrimiento, es decir, querer sanar y recorrer las etapas del duelo.

Con este objetivo en mente y sin perderlo nunca a pesar de las recaídas que sufrimos y sufriremos, empieza la reconstrucción.

 ¿Cuánto tiempo hace falta? Al igual que después de pegar dos trozos de la figura, tenemos que esperar que se seque el pegamento, así también tenemos que esperar que nuestro ser asimile paso a paso, que el Amor nos está sanando cada una de estas facetas rotas de la vida.

¿Cuáles son esos trozos rotos? La familia, los amigos, el trabajo, la seguridad, la estabilidad, la autoestima, las ganas de vivir, la alegría, la sonrisa, la Fe, la Esperanza, la Espiritualidad, etc.

Cuando empezamos a recomponer la figura, las ansias de terminarla pronto o simplemente el ver que ya no es la misma figura que antes, nos sume en periodos de profunda depresión, que son normales y hay que verlos siempre cómo una fase menos para llegar a sanar… ya que atrás quedaron el sufrimiento, la negación, la soledad, la ira, la culpa, el sinsentido y la negociación que también nos explicó la doctora Elizabeth Kübler Ross en sus fases de sanación del duelo, por la que todos pasamos.

Según seguimos, nos damos cuenta que algunas piezas se hicieron añicos y que tenemos que crearlas artesanalmente, pues cada trozo es vital para en esta reconstrucción; así sucede por citar un ejemplo, con los amigos que muchas veces se apartan o los apartamos, pues el duelo nos “despierta” y nuestro nivel de consciencia se eleva, buscando más el ser, que el no ser… Recordemos que lo semejante atrae a lo semejante a nivel interior y lo superfluo ahora nos causa rechazo, pues el dolor nos ha despertado a un nuevo enfoque, más maduro y en casi todos los casos más espiritual.

Como buenos artesanos, curtidos en la escuela de la vida, terminamos masillando las imperfecciones y pintando lo nuevo, es decir, pulimos nuestro carácter y pintamos la vida del color que queremos vivirla.
Ahora, la figura refleja la belleza interna, las costosas horas de esfuerzo, las múltiples caídas y reconstrucciones de piezas, la Fe aplicada en los momentos extremos y las plegarias de agradecimiento tras cada paso recorrido hacia la sanación.

El Amor, la constancia y el tiempo han hecho de nosotros un ejemplo de fortaleza, valentía y de magos de la vida, pues el vínculo que nos une a nuestros seres del azul, es la misma esencia que nos da la vida eterna y que más allá de los sentimientos, emociones y pensamientos humanos, existe una consciencia que es tan grande como grande es el Universo visible e invisible.

Ahora que sabemos lo que cuesta reconstruir bien un figura tan delicada, la cuidaremos mucho más, la enseñaremos a los demás, para mostrar que todo lo que se rompe, si no se puede arreglar igual que antes, si que se puede transformar en algo igual o más bello que lo que antes teníamos; y con el ejemplo y el apoyo, la cadena de sanación cumplirá su sagrada misión de unir a los seres humanos con el Amor más hermoso que podemos imaginar.

Gracias a todos los que con vuestro ejemplo, dedicación y amor, habéis renacido cual Ave Fénix de vuestras cenizas y seguís ayudando a nuestros hermanos.

Y a vosotros que empezáis a reconstruir vuestro Ser, os envío la Paz, la Fortaleza y el Amor que hemos recibido, recibimos y seguiremos recibiendo de los ángeles que nos cuidan y aman desde nuestra conjunta eternidad.

¡Bendiciones de corazón!

Vuestro amigo de sendero,

 Guillermo J. Recourt

Más allá de las Estrellas...



Cuando dejamos de buscar y empezamos a descubrir nuestros lazos invisibles, la Paz llega a nuestros corazones y el Amor brota a raudales por el ser que transciende el tiempo y el espacio y empieza a saberse parte un todo más grande y trascendente... Bendiciones y todo mi cariño!!

¿Por qué hay que compartir el interior herido?

“Uno de los aspectos más insoportables de la herida es la sensación de ser la única persona del mundo que soporta la carga. Ahora bien, cuando cuentas tu historia a alguien que acepta representar el papel de confidente, ya no estás sólo; hay otra persona compartiendo no sólo tu secreto, sino también el peso de tu sufrimiento.

Además, el hecho de confiarte a otro te hará revivir con más calma el acontecimiento y te vendrá bien para tomar consciencia de emociones que aún están a flor de piel. El pasado se activará y se hará presente; revivirás tu drama, pero esta vez en un contexto más sereno; adquirirás mayor seguridad gracias a la confianza puesta en tu confidente; y cambiarás tu percepción de la perdida; te parecerá menos amenazadora y más soportable.

Sin duda, ya has experimentado que es más fácil encontrar soluciones a los problemas ajenos que a los propios. Y esto es lo que sucederá cuando confíes en alguien que te sirva de espejo o de caja de resonancia. A partir de ese momento, comenzarás a tomar distancia respecto a tus dificultades y a verlas desde una perspectiva más amplia; y, en consecuencia, serás capaz de controlarlas mejor.

La última ventaja que podrás obtener de tus conversaciones con una persona con la que sintonices, será que su aceptación incondicional irá, poco a poco, influyendo en ti. Como ella te habrá recibido con compasión, tú también estarás más dispuesto a tratar con indulgencia.

Te aseguro que esta aceptación de ti mismo te proporcionará Paz y Calma Interior.”

Jean Monbourquette (Del libro: Cómo Perdonar)

Las ideas irracionales, un freno para la sanación!!

Cómo la intención fundamental del grupo es ofrecernos diferentes caminos de sanación,os dejo este link que habla sobre la lista de ideas irracionales que aprendemos desde pequeños y que condicionan nuestro mundo mental y emocional .

Albert Ellis, es el creador de la Terapia Racional Emotiva (TRE). Su método terapéutico intenta descubrir las irracionalidades de nuestros pensamientos y con ello sanar las emociones dolorosas, dramatizadas y exageradas que son consecuencia de los esquemas mentales distorsionados.

Ellis parte de la hipótesis de que no son los acontecimientos (A) los que nos generan los estados emocionales (C), sino la manera de interpretarlos (B). No es A quien genera C, sino B. Por tanto, si somos capaces de cambiar nuestros esquemas mentales (D) seremos capaces de generar nuevos estados emocionales (E) menos dolorosos y más acordes con la realidad, por tanto, más racionales y realistas.




http://www.superarladepresion.com/superarladepre/3depre_albertellis.php

La Rueda de mi Resiliencia


En psicología, el término resiliencia se refiere a la capacidad de los sujetos para sobreponerse a períodos de dolor emocional y traumas.

He aquí 8 tipos de resiliencia según algunos autores:

1. Introspección. Entendida como la capacidad de examinarse internamente,
plantearse difíciles y darse respuestas honestas.
2. Independencia. Se refiere a la capacidad de establecer límites
entre uno mismo y ambientes adversos.
3. Capacidad de interacción. Se refiere a la capacidad de establecer lazos íntimos
y satisfactorios con otras personas.
4. Capacidad de iniciativa. Se refiere a la capacidad de hacerse cargo de los problemas
y de ejercer control sobre ellos.
5. Creatividad. Corresponde a la capacidad de imponer orden, belleza y un propósito a las situaciones de dificultad o caos.
6. Ideología personal. También se entiende como conciencia moral.
7. Sentido del humor. Se refiere a la disposición del espíritu a la alegría, permite alejarse del foco de tensión, relativizar, positivizar, elaborar de un modo lúdico, encontrar lo cómico entre la tragedia.
8. Conexión Espiritual. Aquello que nos es trascendente: Naturaleza, Universo, Dios.

Activemos estas herramientas para superar las inflexiones que la vida nos ofrece para sacar lo mejor de nosotros.

Un abrazo cargado de fuerza interior!!

Este artículo lo he sacado de Jessica Cabrera Cuevas.