Mirando a la muerte con Amor.


La muerte nos llega a todo, a unos les llega por sorpresa y otros la reciben de cara, conscientes de que es su momento, sin miedo y con el Amor del que regresa a su verdadero hogar... Hermosa manera de ver natural, lo que nuestra sociedad niega hasta el último momento...
Recibid un fuerte abrazo lleno de esa Paz Profunda que surge de vivir cada momento como si fuera el último... De manera consciente. 

Tomar Consciencia.

La puerta oculta del Amor



Paseando por mi jardín interior, encontré a lo lejos una puerta que parecía llevarme a un mundo más allá del que hasta ahora conocía.

Pero por mucho que me acercara, no me atrevía a pasar...

Un día sin pensar en ella, la atravesé por descuido y lloré sin consuelo, al ver que el miedo no me había dejado saborear el Amor que me dio la vida eterna.

Al verme llorar, su latir me calmó, su calor me consoló y su luz no me juzgó sino que me levantó y me dijo:

"Ahora ya sabes que lo rutinario, debe atravesarse para que yo pueda manifestarme con total nitidez"


Desde entonces, abro las ventanas y puertas de mi cuerpo, para que ese amor pueda mostrarse tal y como es... Sencillo y Puro.


Dejemos que la puerta del Amor, nos muestre la verdad que ahora no vemos por temor a perder lo que sólo era ilusión.


Bendiciones mil.


Tomar Consciencia.


#‎tomarconsciencia

Los dos caminos del Corazón.


Hay una antigua tradición que dice que del corazón parten dos caminos:
El primero es hacia un caos interior.
El segundo es hacia un orden interior.
Cuando nacemos, permanecemos fieles a un único camino, donde el ser es libre y muestra la felicidad de Ser...
Cuando pasan los años ese camino se divide en dos, pero ¿cuál es el que tomamos?
Tomamos el que más construimos con nuestros pensamientos:
El Caos interior se forma al emitir juicios negativos, emociones negativas, creencias limitantes, y todo lo que genere distanciamiento de ese SER que llegó inmaculado a la materia y RECORDANDO que formaba parte de DIOS.
EL Orden Interior, se construye cada vez que cultivamos y desarrollamos las emociones y pensamientos que están en armonía con el verdadero MAESTRO INTERIOR o SER.
¿Qué hacer para regresar a ese único camino, a esa senda del medio?
Sólo se pueden reconciliar los opuestos al tomar consciencia de ese mismo SER y a través de la oración, la reflexión vivificante y la meditación consciente, dejar de reaccionar y sobrevivir, para pasar a fluir y vivir en plena LIBERTAD.
Nunca es tarde para darnos cuenta que sólo hay un CAMINO, una VERDAD y una VIDA...
Os dejo unas buenos consejos de Ramiro Calle, para construir el camino que nos lleva vivir el cielo en la tierra:
"1. Desarrolla una actitud positiva, asociada con la atención en el presente y con ecuanimidad.
2. Permanecer atento y perceptivo, aprendiendo así de instante en instante, renovando la mente.
3. instrumentalizar la vida y sus acontecimientos positivos y negativos para mejorar la relación con uno mismo y con los demás, con la firme motivación de caminar hacia la integración para beneficio propio y ajeno.
4. Poner los medios,para liberar la mente de sus trabas y engaños; así poder disipar los estados de ofuscación,codicia y odio. Alcanzar estados de lucidez que provocan la felicidad.
5. Ejercitarse en el amor consciente y liberar la relación humana de presiones, exigencias, celos, manipulaciones, envidias y falsas expectativas.
6. Comprender que el cuerpo y la mente pueden cultivarse para disponer de más armonía y bienestar, y que hay métodos para hacer posible una fecunda y feliz integración psicosomática.
7. Estar preparados para la respuesta viva y fresca, y no para la reacción neurótica, desmesurada y nociva.
8. Obrar por amor a lo que se hace, sin obsesionarse por los resultados, haciendo lo mejor que se pueda en cada circunstancia, actuando sin egoísmo.
9. Buscar una dimensión de consciencia más clara y libre de todo dogmatismo, prejuicios y condicionamientos.
10. Suscitar, promover y cultivar estados emocionales positivos: amor, benevolencia, compasión, alegría y sosiego.
11. Saber parar y sentirse uno mismo, con calma; relacionarse con el silencio interior, no precipitarse compulsiva mente; apreciar lo sencillo y cotidiano.
12. Mirar no solamente hacia fuera sino también hacia dentro, poner las condiciones para mejorar la calidad de vida externa, pero también la interna.
13. Estar más atentos a los pensamientos, palabras y actos; saber pensar y dejar de pensar; aprender a fluir más en armonía con los acontecimientos vitales, sin generar fricciones innecesarias.
14. Atender adecuadamente, aunque sin obsesionarse, a las cinco fuentes de energía:
Alimentación pura.
Respiración adecuada.
Descanso reparador.
Sueño profundo.
Impresiones mentales positivas.
15. Vivir cada momento con la mayor lucidez, plenitud y apertura, como si fuera el primero y el último, potenciando la vida con el recordatorio de la muerte, para aprender a vivir y a morir, coger y a soltar."
Recibid un fuerte abrazo sanador lleno de esa Paz Profunda que nace de escoger en cada momento el sendero del medio...
Bendiciones mil!
Guillermo.

La motivación para dejar de sufrir



"Cuando decidimos adentramos en la meditación, como sucede con cualquier otra actividad, es esencial que verifiquemos la naturaleza de nuestra motivación. En efecto, dicha motivación —altruista o egoísta, amplia o limitada— es la que dará una dirección positiva o negativa a nuestros actos, y, por tanto, determinará su resultado.

Todos deseamos evitar el sufrimiento y alcanzar la felicidad, y todos tenemos el derecho fundamental de ver realizada esta aspiración. Sin embargo, la mayoría de las veces nuestros actos están en contradicción con nuestros deseos. Buscamos la felicidad donde no la hay, y nos precipitamos hacia lo que nos hará sufrir.

La práctica meditativa no exige renunciar a todo lo que es realmente beneficioso en nuestra existencia, sino que más bien nos mueve a abandonar las causas del sufrimiento, a las que, a pesar de todo, estamos encadenados como si fueran drogas. Y dado que ese sufrimiento está causado por la confusión mental que oscurece nuestra lucidez y nuestro juicio, el único modo de remediarlo es adquirir una visión justa de la realidad y transformar nuestro espíritu. Así eliminaremos sus causas primeras; es decir, los venenos mentales de la ignorancia, la malevolencia, la avidez, la arrogancia y los celos, producidos, a su vez, por el apego egocéntrico y falaz que mantenemos con el «yo».

Pero con curar los sufrimientos personales no hay bastante. Cada uno de nosotros no somos más que un solo ser, mientras que el número de los demás es infinito, y ellos, al igual que nosotros, también quieren dejar de sufrir. Además, todos los seres somos interdependientes, y, por tanto, estamos íntimamente unidos a los demás. 

Por consiguiente, el fin último de la transformación que vamos a emprender a través de la meditación es, también, el de ser capaces de liberar a todos los seres del sufrimiento y contribuir a su bienestar."

Matthieu Ricard