Ejercicio para aprender a reflexionar



Ejercicio práctico para aprender a reflexionar y que los frutos de la reflexión nos ayuden a tomar consciencia.

Se me ha ocurrido reflexionar sobre la palabra sacrificio, y para ello os invitaré luego a que os sentéis en el sillón de meditar, ok? :-)

¿Sabemos el origen de la palabra Sacrificio?

La acepción viene del latín "sacro"+"facere", que significa hacer las cosas sagradas, honrarlas y entregarlas.

Hoy en día se ha perdido su significado original y se vincula con el dolor o la perdida, que realizamos voluntariamente.

La acepción antigua, estaba impregnada con el espíritu de la caridad, de servicio y amor impersonal al realizar cualquier cosa por los demás.

La actual forma de verlo, está llena de egoísmo, frustración y en última instancia, un deseo de recibir algo a cambio, sea en lo material o en lo espiritual.

La Paz Interior está llena de sacrificios, de llegar a realizar esos actos con total consciencia de la unidad que formamos los seres humanos, independientemente del plano energético en que su consciencia se encuentre.

El ejercicio que os propongo, es sentarnos tranquilamente para hacer una pequeña relajación, que puede consistir en simplemente respirar 10 veces de manera consciente, siguiendo sin juzgar cómo la respiración hincha nuestro vientre de manera natural.

Luego, cuando estemos relajados, reflexionemos sobre los sacrificios que hemos hecho, tanto en el sentido antiguo de sagrado, como en el moderno de esfuerzo, pena o acción que nos imponemos para conseguir o merecer algo. Y que sintamos realmente cual produce verdadera Paz Interior y cual es sólo un espejismo del ego, por conseguir algo a cambio de ese mal llamado sacrificio y que normalmente sólo trae frustración o resentimiento si no se ve compensado como a nosotros nos hubiera gustado.

Para empezar a tomar consciencia de estos pensamientos erróneos y cómo nos condicionan, tenemos que estar en ese estado de relajación, tanto físico cómo mental, ya que así el fruto de nuestra reflexión, pasará al subconsciente y cada vez que pensemos en esa palabra... Nuestro ser interno, nuestra parte más consciente, nos avisará de si nos estamos dando de corazón a los demás sin pedir nada a cambio, o si es sólo una forma egoísta de querer manipular a los demás y engañarnos a nosotros mismos.

Podéis acompañar a esta introspección, con aromas que os eleven, con flores que os alegren, con fotos que saquen lo hermoso que habéis vivido o cualquier cosa sagrada para vosotros, en resumen, con todo aquello que eleve vuestro espíritu, para haceros más receptivos a las intuiciones que os llegaran de vuestro corazón en proporción a la sinceridad puesta en cada pequeño detalle...

Recordar que lo importante no es sólo pensar en esas situaciones, sino lo que os hace sentir, ok?

Bendiciones!!

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