Soledad y crecimiento interior


Cuando vivimos la vida con la alegría de nuestro niño interior, jugamos cada oportunidad que nos brinda la vida, con la confianza de que al terminar la partida, reflexionaremos sobre lo que esa experiencia nos ha enseñado y así seremos un poco más expertos para disfrutar de la siguiente, con la ilusión con que un niño juega con la vida... Bendiciones!

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