Los dos caminos del Corazón.


Hay una antigua tradición que dice que del corazón parten dos caminos:
El primero es hacia un caos interior.
El segundo es hacia un orden interior.
Cuando nacemos, permanecemos fieles a un único camino, donde el ser es libre y muestra la felicidad de Ser...
Cuando pasan los años ese camino se divide en dos, pero ¿cuál es el que tomamos?
Tomamos el que más construimos con nuestros pensamientos:
El Caos interior se forma al emitir juicios negativos, emociones negativas, creencias limitantes, y todo lo que genere distanciamiento de ese SER que llegó inmaculado a la materia y RECORDANDO que formaba parte de DIOS.
EL Orden Interior, se construye cada vez que cultivamos y desarrollamos las emociones y pensamientos que están en armonía con el verdadero MAESTRO INTERIOR o SER.
¿Qué hacer para regresar a ese único camino, a esa senda del medio?
Sólo se pueden reconciliar los opuestos al tomar consciencia de ese mismo SER y a través de la oración, la reflexión vivificante y la meditación consciente, dejar de reaccionar y sobrevivir, para pasar a fluir y vivir en plena LIBERTAD.
Nunca es tarde para darnos cuenta que sólo hay un CAMINO, una VERDAD y una VIDA...
Os dejo unas buenos consejos de Ramiro Calle, para construir el camino que nos lleva vivir el cielo en la tierra:
"1. Desarrolla una actitud positiva, asociada con la atención en el presente y con ecuanimidad.
2. Permanecer atento y perceptivo, aprendiendo así de instante en instante, renovando la mente.
3. instrumentalizar la vida y sus acontecimientos positivos y negativos para mejorar la relación con uno mismo y con los demás, con la firme motivación de caminar hacia la integración para beneficio propio y ajeno.
4. Poner los medios,para liberar la mente de sus trabas y engaños; así poder disipar los estados de ofuscación,codicia y odio. Alcanzar estados de lucidez que provocan la felicidad.
5. Ejercitarse en el amor consciente y liberar la relación humana de presiones, exigencias, celos, manipulaciones, envidias y falsas expectativas.
6. Comprender que el cuerpo y la mente pueden cultivarse para disponer de más armonía y bienestar, y que hay métodos para hacer posible una fecunda y feliz integración psicosomática.
7. Estar preparados para la respuesta viva y fresca, y no para la reacción neurótica, desmesurada y nociva.
8. Obrar por amor a lo que se hace, sin obsesionarse por los resultados, haciendo lo mejor que se pueda en cada circunstancia, actuando sin egoísmo.
9. Buscar una dimensión de consciencia más clara y libre de todo dogmatismo, prejuicios y condicionamientos.
10. Suscitar, promover y cultivar estados emocionales positivos: amor, benevolencia, compasión, alegría y sosiego.
11. Saber parar y sentirse uno mismo, con calma; relacionarse con el silencio interior, no precipitarse compulsiva mente; apreciar lo sencillo y cotidiano.
12. Mirar no solamente hacia fuera sino también hacia dentro, poner las condiciones para mejorar la calidad de vida externa, pero también la interna.
13. Estar más atentos a los pensamientos, palabras y actos; saber pensar y dejar de pensar; aprender a fluir más en armonía con los acontecimientos vitales, sin generar fricciones innecesarias.
14. Atender adecuadamente, aunque sin obsesionarse, a las cinco fuentes de energía:
Alimentación pura.
Respiración adecuada.
Descanso reparador.
Sueño profundo.
Impresiones mentales positivas.
15. Vivir cada momento con la mayor lucidez, plenitud y apertura, como si fuera el primero y el último, potenciando la vida con el recordatorio de la muerte, para aprender a vivir y a morir, coger y a soltar."
Recibid un fuerte abrazo sanador lleno de esa Paz Profunda que nace de escoger en cada momento el sendero del medio...
Bendiciones mil!
Guillermo.

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